6 de julio de 2020

Recuperar las instituciones que AMLO mando al diablo.

En un discurso en 2006, después de conocer el fallo del Tribunal Electoral que ratificaba la victoria de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México, el entonces candidato López Obrador remató y profetizó: “Al diablo con sus instituciones”. Hoy, 14 años después y siendo presidente de la república, se ha dedicado a llevar a la realidad aquella amenaza, llevando al diablo, una a una, las instituciones que tanto trabajo le costaron al país tener.

Día con día presenciamos como, desde el gobierno, se desmantela el orden constitucional y el funcionamiento de las instituciones. Vemos como las dejan sin presupuesto, sin líderes independientes, sin personal capacitado, sin insumos, sin computadoras y hasta sin papel higiénico. El presidente López esta empeñado en destruir aquello que sus antecesores dejaron, sin importarle el futuro de los mexicanos. Él le llama “austeridad republicana” al gasto no ejercido, cuando en realidad es dejar sin herramientas a médicos, burócratas y personal de las diferentes entidades de gobierno.

Debemos pasar de la critica a la acción y comenzar a mantener las instituciones que aún resisten al embate del poder de la 4T, como es el caso del INE. El INE ha sido y deberá seguir siendo el bastión de la democracia en México y debemos defenderlo a capa y espada. La organización de las elecciones no debe recaer en el gobierno federal nunca más.

Debemos recuperar la posibilidad de asignar recursos suficientes a las entidades de gobierno para que puedan servir a los fines por los que fueron creadas. No es posible aceptar de brazos cruzados que les eliminaren hasta el 75% de sus presupuestos para gasto operativo y que esos “ahorros” vaya a parar a una partida secreta manejada a discreción del presidente.

Debemos recuperar la capacidad de asombro ante el cumulo de malas decisiones y pésimas actuaciones de los funcionarios que solo tienen el 10% de capacidad y el 90% de adulación al presidente. Están desmantelando al gobierno de la república desde dentro y lo dejaran en ruinas.

El presidente López está cumpliendo su amenaza de mandar al diablo a las instituciones y con ello, desafortunadamente, también está mandando al diablo el futuro de miles de mexicanas y mexicanos.