19 de junio de 2020

Organización, humildad y trabajo constante.

México está a punto de entrar al periodo electoral 2021, donde tendremos elecciones para cientos de puestos de elección entre ellos gobernaturas, alcaldías, diputados locales y, los más importantes, diputados federales. Y digo que son los más importantes porque el actual gobierno tiene mayoría en las dos cámaras que integran al Congreso de la Unión y son una aplanadora como en los peores momentos del viejo PRI.

Como ciudadano, estoy convencido que el modelo que pretende impulsar el presidente López y su partido no es el camino adecuado para México. Es regresar a las peores practicas del pasado, pero con la gravedad de usar las peores practicas del presente, tratando de imponer una visión de gobierno que ha demostrado ser un fracaso en los países que aun sufren su implementación. Países otrora ricos, democráticos y con perspectivas de mucho crecimiento y desarrollo, hoy son la paria del mundo y sus gobiernos bufones pretendiendo ser reyes.

También estoy convencido que este régimen a ofendido a millones de mexicanas y mexicanos que no compartimos sus ideas y que día tras día han recibido golpes, mofas, denostaciones y escarnio público en un afán de socavar su dignidad y buen nombre. Lo que ha conseguido este gobierno, es que, como hace mucho no se veía, se esté pensando en opciones no contempladas en la constitución para el cambio de poderes, lo que es gravísimo y de serias consecuencias. Si caemos en esa tentación estaremos condenando al país a una crisis económica y social como en los tiempos de la revolución mexicana. La vía constitucional es la única que nos permitirá cambiar y encaminarnos a una recuperación pronta de la actual situación.

Es tiempo de que los ciudadanos honestos, éticos y comprometidos con las mejores causas de este país participemos activamente en la política. Hay que cambiar a los políticos ególatras y soberbios por ciudadanos honestos, humildes y responsables. Es fundamental que nos organicemos desde ahora para trabajar humildemente por reconquistar el poder y ponerlo a trabajar constantemente por el bien común. Desde el poder no se debe descalificar ni humillar ni menospreciar a los opositores. Desde el poder se debe trabajar por la unidad del país, por escuchar las voces que transmiten otras ideas y por el bien común.

No hay comentarios:

Publicar un comentario