6 de octubre de 2020

El presidente YouTube

El presidente López Obrador ha hecho uso de las redes sociales como una forma de seguir haciendo campaña política, aún después de haber ganado la elección y de asumir el cargo como presidente de la República. Una de sus redes preferidas es YouTube. El presidente se ve feliz y satisfecho grabando vídeos a lo largo y ancho de la República Mexicana. En algunos nos invita a degustar una sabrosa bebida, en otro una comida rural, en algunos comparte el paisaje mexicano y, también en algunos casos, jugando su deporte favorito: el béisbol.

Las nuevas tecnologías han dado nacimiento a nuevas actividades profesionales. Una de ellas es el ser creador de YouTube o influencer. Mucho de esta actividad se basa en la popularidad del creador para seguir vendiendo su contenido, ya sea a las marcas comerciales o a través de los programas de patrocinio. Por eso todas sus actividades van encaminadas en incrementar y defender la popularidad de sus canales. El presidente no es diferente a muchos de ellos. En muchas de sus mañaneras se le ha visto defendiendo su grado de popularidad acusando a medios, periodistas y sociedad civil cuando en ejercicio de sus legítimos derechos le recriminan su falta de actuación o su parcialidad al momento de ejercer el mando constitucional de presidente de la República.

López Obrador parece utilizar una estrategia para acrecentar su popularidad en redes, la cual consiste en ser agresivo, violento o hacer cosas para llamar la atención a toda costa. Eso, cuando se ejerce el cargo de presidente de la República, es tremendamente peligroso. El ser presidente de la República no es un concurso de popularidad. Es una alta responsabilidad de tomar decisiones, en algunos casos, complicadísimas, difíciles y trascendentales y qué poco abonarán a la popularidad del presidente en turno. López Obrador no entiende esta realidad y simplemente lo que busca es ser popular.

El populismo es el ejercicio público pensando en incrementar la popularidad del funcionario, sin medir las consecuencias de su falta de acción en temas sensibles y complicados. El funcionario debe basar su desempeño en el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes, incluso tomando decisiones impopulares, pero necesarias.

Muchos Youtuberos e influencers han perdido su modo de vida al realizar acciones que rebasaron los límites y cayeron estrepitosamente del gusto del público. Tomaron decisiones equivocadas pensando que su popularidad les permitía hacer y deshacer. El público los regreso a la realidad. En el caso de López Obrador, sus comentarios y acciones son cada vez mas audaces y esta a punto de cometer un grave error que derrumbara su popularidad y su apoyo social. El problema es que él no perdería un canal de YouTube, él perdería un país y, posiblemente, el futuro de millones de mexicanas y mexicano.

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